jueves, 18 de junio de 2009

Amor (escrito lunes 30 marzo 2009)

Me gustaría amarte, te echo de menos, el día traidor, la realidad burlona se las arregla para separarnos, nosotros con nuestra torre de Babel interior, hacemos el resto, perdemos tiempo.... un tiempo que no tenemos, me consuelo pensando que aunque te poseyera no me saciaría.
Pero días como hoy mi cuerpo me pide más, quiere sentir, contener, expandirse.... aunque han pasado los días en que creía saber cual era mi necesidad, el alma nunca se sacia porque la fuente de la que quiere beber no está a su alcance , así que espera más, de lo que luego obtiene, y se defrauda. El cuerpo ya no me engaña, sé que trampa ocultas trás esa promesa de placer, solo pretende engendrar más vida a costa de la mía, aprovechando nuestra energía, nuestras ganas de fundirnos, es su naturaleza que pide expandirse, contra la mía que quiere replegarse.
Le dejo hacer porque aprovecho su fuerza, lo tomo como lo que es, un regalo de mi naturaleza efímeramente joven, siento la conexión que ansía, se me despiertan los sentidos, percibo a la gente, me atraen sus formas, me pongo guapa, coqueteo con el mundo, siento la energía que emana de mi vientre sediento de vida, y la aprovecho para saborear el álito palpitante de todas las cosas vivas, huelo más, veo más, siento más, cualquier roce se convierte en caricia, y la promesa solo me alimenta. Concentro esa energía en mi pecho, y respiro hondo para llenarme de ella, para conectar con la existencia, para saborear la consciencia de estar viva.
Pero no me engañas deseo, en la adolescencia mi alma te dotaba de alas, trás experimentar tu dulce engaño, te he cogido la medida, prometes al alma las estrellas, pero a cambio la sumerges en las entrañas del cuerpo... extraña manera esa de alcanzarlas: desde las profundidades. Para el espíritu pasar por la experiencia de engendrar y parir, es como buscar el éxtasis através de una bacanal de carne. Y ya nada vuelve a ser igual, empieza otro viaje, en el que nos perdemos para darnos y crecer en otra realidad más amplia, en el que poco tiempo queda para consolarnos creyéndonos dos... creyéndonos uno, y mientras el tiempo pasa, y yo, te echo de menos todo el rato...
Para después.... para Siempre

No hay comentarios:

Publicar un comentario