Tengo la suerte de vivir en un lugar donde de vez en cuando al anochecer volviendo del trabajo en un pueblo de la sierra de Cadiz por caminos rurales de llanuras y cultivos, diviso bandadas enormes de flamencos, no se si migrando o volviendo a sus dormideros....ese es uno de los mayores espectáculos que han visto mis ojos, siempre me deja sin respiración, paro el coche allá donde esté y fijo la vista en ellos, tengo que darme prisa porque aunque los vea venir desde muy, muy lejos, se la velocidad alucinante que llevan y lo poco que tardarán en alcanzarme, cuando al fín lo hacen siento como se me ponen todos los pelillos de punta mientras mi mente intenta atrapar todos los detalles que puede de algo tan majestuoso que no parece de este mundo.....su vuelo silencioso, preciso, sincronizado, veloz, elegante y perfecto, me hace desear con toda mi alma ser uno de ellos.... ¿donde irán? me pregunto, ¿cómo se verá el mundo desde ´tantisima altura y a esa velocidad?, ¿cómo hacen para guardar todos la misma distancia entre ellos? ¿para hacer un dibujo tan rectilineo mientras cortan el aire a semejante velocidad?, parecen uno solo....son sencillamente perfectos. Todo eso pienso mientras los veo convertirse (demasiado rápido) en puntitos cada vez más diminutos hasta difuminarse con el azul del cielo, hasta que mi corta vista ya no es capaz de verlos aún sabiendo que siguen ahí, tengo la suerte de conducir por llanuras que me permiten esa experiencia al no haber obstáculos en el paisaje que pongan fín antes de tiempo a mi experiencia, más espiritual que terrena. Tengo suerte ¿verdad?


Hola Cristina!!
ResponderEliminarMuchas gracias por recomendar mi blog, me encanta que te haya gustado, personas como tú son las que me animan a seguir escribiendo.
Un beso de tu amiga Carmen!